De poca vida, el puente fue diseñado en 2001 por Adriaan Geuze. El nombre del puente es Pythonbrug y fue engendrado en el estudio de arquitectura donde Geuze trabajaba. Cuanto más se acerca uno al puente, más tiene la sensación de que su nombre cobra vida, ya que en la traducción, Pythonbrug significa Anaconda o Puente Python.
La función básica del puente Anaconda es conectar directamente con la silueta de las orillas de Sporenburg, una zona que solía ser portuaria y hoy se ha convertido en uno de los barrios más modernos de toda Ámsterdam. De este modo, y conectando también con Borneo, las funciones básicas del puente, además de maravillar a la vista y a los sentidos, es que una vez uno cruza el puente, se impone a conocer de una manera u otra los barrios de ambos márgenes en los litorales de las ciudades holandesas.
Con un total de unos 93 metros de largo, no es apta para cruzar andando o en bicicleta, a no ser que lo que se pretenda sea realizar un intenso ejercicio físico o simplemente pasar la tarde en un viaje de ida, y otro de vuelta. Pero en definitiva, será uno de los paseos más bellos que jamás habrás realizado, ya que las vistas que podrás descubrir caminando por Pythonbrug serán, sin duda, una de las mejores que hayas visto en tu vida.
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